Hola amigos, hoy inauguro una sección sobre las mascotas de las estrellas de Hollywood. Durante las próximas semanas, nos adentraremos en las vidas privadas de los protagonistas del cine clásico y os hablaré de esos compañeros de piso peludos con los que convivieron.
He decidido empezar con la gran Marilyn, que fue una gran amante de los animales y tuvo muchos en su vida, especialmente perros.
De hecho, unas de sus frases más célebres es esta:
Tippy
Cuando tenía 6 años, el padre adoptivo de Marilyn le regalaró su primer perro. Tippy le acompañaba a la escuela diariamente y Norma Jeane se divertía jugando con él.
Desafortunadamente, el primer perro de Marilyn tuvo una muerte trágica: Le mató un vecino a tiros debido a que el animal se metía en su jardín y le molestaban sus ladridos.
A raíz de la pérdida de la mascota, Marilyn sufrió una repentina pérdida del habla que más adelante se transformó en una insuperable tartamudez.
Muggsy
El primer marido de Marilyn Monroe, Jim Dougherty, le compró un collie después de que la actriz se encaprichara cuando conoció a Lassie. Se dice que el pobre murió de pena, pues Marilyn lo atendía poco, ya que empezaba a despegar en su carrera y esta le ocupaba todo el tiempo.
Como no he encontrado fotos de Muggsy, os pongo 2 fotos de su encuentro con Lassie en 1952:
Ruffles
Un precioso cocker spaniel que compartió con su hermana Beebe, durante la época en la que vivió con la familia Goddard (años 1940).
Josepha
Por su 24 cumpleaños recibió a este pequeño chihuahua, regalo de los estudios Columbia.
Mitsou
Un gatito persa con el que Marilyn convivió en su apartamento de Nueva York en las torres Waldorf-Astoria durante la cumbre de su carrera, amediados de los años 50.
Hugo
Basset Hound . El perro era propiedad de la actriz y su esposo Arthur Miller, cuando vivían en Nueva York. Marilyn tenía la mala costumbre de darle sorbitos de whisky para animarlo. Cuando se divorciaron, Arthur Miller se quedó con el perro.
Butch
Era un periquito que tenían Marilyn y Arthur Miller en su apartamento. Tras el divorcio, Miller se quedó con el periquito.
Ebony
Era un caballo que Marilyn y Arthur Miller recibieron como regalo de Frank y Yaya Taylor para su granja de Connecticut. El matrimonio montó a Ebony sólo unas pocas veces. Pero tras su separación, también se lo quedó Miller.
Le fue regalado por Frank Sinatra, le puso "Maf" a causa de las supuestas conexiones de la mafia el cantante. Marilyn dejaba dormir a Maf en un carísimo abrigo de castor blanco que Arthur Miller le regaló para fastidiar a su ex marido. Cuando Marilyn murió, Sinatra se lo dio a Gloria Lovell, su secretaria publicista. El perro tenía unos tres años a la muerte de Marilyn en 1962.
Andrew O'Hagan escribió en 2010 una novela sobre la vida de Maf con Marilyn, es una historia ficticia pero basada en sus investigaciones durante casi una década para descubrir todos los detalles sobre la vida del perrito y su dueña. "The Life and Opinions of Maf the Dog, and of his friend Marilyn Monroe" (La Vida y Opionones de Maf el perro y de su amiga Marilyn Monroe).
A Marilyn también se le fotografió en múltiples ocasiones con los perros de amigos, de rodajes de películas y en sesiones fotográficas:
He decidido empezar con la gran Marilyn, que fue una gran amante de los animales y tuvo muchos en su vida, especialmente perros.
De hecho, unas de sus frases más célebres es esta:
"Los perros no me muerden. Sólo los seres humanos”
Cuando tenía 6 años, el padre adoptivo de Marilyn le regalaró su primer perro. Tippy le acompañaba a la escuela diariamente y Norma Jeane se divertía jugando con él.
Desafortunadamente, el primer perro de Marilyn tuvo una muerte trágica: Le mató un vecino a tiros debido a que el animal se metía en su jardín y le molestaban sus ladridos.
A raíz de la pérdida de la mascota, Marilyn sufrió una repentina pérdida del habla que más adelante se transformó en una insuperable tartamudez.
Muggsy
El primer marido de Marilyn Monroe, Jim Dougherty, le compró un collie después de que la actriz se encaprichara cuando conoció a Lassie. Se dice que el pobre murió de pena, pues Marilyn lo atendía poco, ya que empezaba a despegar en su carrera y esta le ocupaba todo el tiempo.
Como no he encontrado fotos de Muggsy, os pongo 2 fotos de su encuentro con Lassie en 1952:
Ruffles
Un precioso cocker spaniel que compartió con su hermana Beebe, durante la época en la que vivió con la familia Goddard (años 1940).
Josepha
Por su 24 cumpleaños recibió a este pequeño chihuahua, regalo de los estudios Columbia.
1950 |
Mitsou
Un gatito persa con el que Marilyn convivió en su apartamento de Nueva York en las torres Waldorf-Astoria durante la cumbre de su carrera, amediados de los años 50.
Hugo
Basset Hound . El perro era propiedad de la actriz y su esposo Arthur Miller, cuando vivían en Nueva York. Marilyn tenía la mala costumbre de darle sorbitos de whisky para animarlo. Cuando se divorciaron, Arthur Miller se quedó con el perro.
Butch
Era un periquito que tenían Marilyn y Arthur Miller en su apartamento. Tras el divorcio, Miller se quedó con el periquito.
Ebony
Era un caballo que Marilyn y Arthur Miller recibieron como regalo de Frank y Yaya Taylor para su granja de Connecticut. El matrimonio montó a Ebony sólo unas pocas veces. Pero tras su separación, también se lo quedó Miller.
Maf o Mafia Honey
Le fue regalado por Frank Sinatra, le puso "Maf" a causa de las supuestas conexiones de la mafia el cantante. Marilyn dejaba dormir a Maf en un carísimo abrigo de castor blanco que Arthur Miller le regaló para fastidiar a su ex marido. Cuando Marilyn murió, Sinatra se lo dio a Gloria Lovell, su secretaria publicista. El perro tenía unos tres años a la muerte de Marilyn en 1962.
Andrew O'Hagan escribió en 2010 una novela sobre la vida de Maf con Marilyn, es una historia ficticia pero basada en sus investigaciones durante casi una década para descubrir todos los detalles sobre la vida del perrito y su dueña. "The Life and Opinions of Maf the Dog, and of his friend Marilyn Monroe" (La Vida y Opionones de Maf el perro y de su amiga Marilyn Monroe).
A Marilyn también se le fotografió en múltiples ocasiones con los perros de amigos, de rodajes de películas y en sesiones fotográficas:
Con un corderito cuando todavía ea Norma Jeane.
En 1952 con el chimpacé de la peícula "Me siento rejuvener" ("Monkey Business").
En 1959, los dos Dachshund del embajador de Francia que le entregó la Estrella de Cristal por el film “El príncipe y la Corista”.
En 1958, en una sesión fotográfica de Richard Avedon